martes, 17 de junio de 2008

Café Astrológico: La Luna


CAFÉ ASTROLÓGICO:

por Claudia Rizzi –
www.astrologycr.com

La Luna: Simbología


"La Astrología consiste de configuraciones simbólicas, igual que el inconsciente colectivo con lo que la psicología está ocupándose. Los planetas son los dioses, son los símbolos de los poderes del inconsciente."
Carl G. Jung


La magia de la Luna, siempre cambiante, fascinó al hombre desde los comienzos mismos de la humanidad. Vieron en ella el continuo cambio y sus caras fluctuantes hicieron que la asociaran a una deidad misteriosa y cautivante, relacionada con los cambios de la vida orgánica. Era el cuerpo celeste más fácil de seguir y analizar, puesto que su rapidez de movimiento alrededor de la Tierra podía relacionar ciclos cortos.

En mitología, la Luna normalmente se presenta como energía femenina, aunque algunos pueblos antiguos como los babilonios, vieron en ella a un joven macho grácil que simbolizaba el reflujo y el fluir de la naturaleza. Las deidades femeninas lunares presidían los ciclos animales y vegetales, gobernaba el ciclo menstrual y el embarazo, y representaba las fuerzas instintivas que subyacían en la conducta humana.

En Egipto, la Luna estaba representada por Isis, diosa de la piedad y la sabiduría, e imagen arquetípica de la mujer, en sus dos aspectos: maternal y erótico. La compasión de Isis era tomada como un poder tan grande como las habilidades poseídas por los dioses masculinos de la guerra o tan importante como la fuerza creadora del Sol, y aquellos que necesitaban ayuda la buscaban como se busca a la madre de toda vida.

En Grecia, la Luna era adorada como la cazadora salvaje Artemisa (con la pantera a su lado simbolizando su ferocidad, el ciervo simbolizando su dulzura y el lobo simbolizando soledad y autosuficiencia), señora de las bestias, indómita y eternamente virgen, cuyo gran templo en Efesos era una de las maravillas de la antigüedad.

En Roma, era conocida como Diana, hermana gemela del dios solar Apolo y protectora de los niños y los animales. Su cara más oscura, llamada Hécate y simbolizada por la Luna Negra, refleja los poderes ocultos de la magia y su dominio sobre los mundos subterráneos de aquellas almas esperando por reencarnar. Estas deidades eran adoradas mayormente por las mujeres y personificaba los misterios femeninos de la concepción y el nacimiento, como así también la labor profunda del Destino a través de las transformaciones del cuerpo humano dentro del útero.

En un nivel psicológico, el símbolo de la Luna describe nuestra más profunda necesidad de calor, seguridad y contención, tanto física como emocional. En la infancia, estas necesidades eran básicas y directas. En la adultez también son fundamentales y básicas, pero se van expresando de maneras menos obvias y más sutiles, a través de compartir nuestros sentimientos y nuestra necesidad de caricias a la familia y la comunidad toda. Expresamos la Luna a través de aquello que nos hace sentir seguros y protegidos de las tormentas de la vida. También ofrecemos seguridad y caricias a otras personas, de la misma manera en que lo buscamos para nosotros, ya que las fuerzas lunares reflejan un instinto de compasión y respuesta al dolor.

La naturaleza cíclica de las fases lunares y su proximidad a la Tierra, son –en la mitología- una imagen de las fuerzas vitales fluctuantes de la tierra que influyen sobre el ser humano. Nuestro sentido de unidad con la especie y todos los seres vivientes reflejan el símbolo astrológico de la Luna. Para sentirnos plenos y en paz, necesitamos experienciar nuestra participación en una vida más amplia, así como el niño necesita sentirse conectado con su madre dadora.

Debido al ciclo del mes lunar, se la considera también un símbolo del tiempo; refleja nuestra habilidad de sentirnos conectados con el pasado, respondiendo en el presente y relacionados a la vida ordinaria en un nivel humano. La necesidad de sentirnos aceptados, queridos y seguros puede ser expresada de diferentes modos. Para algunos, ese sentimiento de pertenencia lo encuentran a través de un sentimiento de empatía y contención provistos por la familia o la comunidad cercana. Para otros, el trabajo (particularmente aquel que pone en contacto con otros) puede ofrecerles una fuente igualmente válida de seguridad emocional y física. Para otros más, el contacto con la naturaleza o los animales y las plantas pueden brindarles esa profunda sensación de conexión. Y más aún, otros encuentran en la religión y el pensamiento espiritual o en su trabajo de servicio o de grupo, un sentido de pertenencia a una familia más abarcadora.

Mientras que el Sol en una carta natal refleja nuestra búsqueda por encontrar un significado a nuestra existencia, una vida sin la difusa luz de la Luna que nos relaciona con lo esencial, sería estéril y falta de alegría.

Nuestra capacidad de expresar la Luna depende de la capacidad que tenemos de sentirnos queridos y contenidos. Ningún logro individual puede satisfacer el sentido de pertenencia que la Luna expresa, si nuestros esfuerzos nos separan de los demás. Mucha gente encuentra difícil expresar tal necesidad básica abiertamente, y busca sustituirlo sin reconocer que esa acción lo lleva a un profundo sentimiento de soledad e aislamiento. También podemos tratar de evitar nuestro dolor expresando nuestra Luna indirectamente, manipulando y dominando, en un intento de controlar a los demás para no sentirnos a la merced de ellos, dependiendo de su aprobación o muestras de cariño.

INTERPRETACIÓN DE LA INFLUENCIA ASTROLÓGICA
DE LA LUNA EN LA CARTA NATAL - POR SIGNO
(Agrupado por Elementos)


La Luna representa nuestro costado emocional, íntimo, sensitivo e irracional. Es el refugio hacia el cual nos dirigimos cuando estamos con miedo o nos sentimos amenazados. Las reacciones de la Luna son totalmente instintivas y no se pueden controlar racionalmente.

La Luna adquirirá matices diversos según el elemento en que se encuentre (aire, agua, tierra, fuego), la casa en donde se halla ubicada y los aspectos que forma con otros planetas.

Igualmente, ya al conocer el elemento de la Luna podremos saber mucho de cómo será su capacidad de expresión.

Las lunas en Fuego:

Aries
Leo
Sagitario.

Son lunas de características impulsivas. La persona reacciona rápidamente, queriendo satisfacer el yo. Son algo egoístas y buscan gratificarse inmediatamente.
No tienen muy en cuenta al otro, son apasionadas pero volátiles.

La Luna en Aries
La madre puede haber sido una mujer muy activa, o algo brusca o ruda. No hay un contacto sensitivo y amoroso con ella. Es como si la madre fuera un cactus, tuviera pinches. Las reacciones emocionales son rápidas, a la defensiva y puede haber agresividad e irritabilidad, existe cierto egoísmo para satisfacerse inmediatamente. Las cualidades
son la asertividad y la confianza en si mismo, también la capacidad de liderar.

La Luna en Leo
Aquí la madre era una persona agradable, notable, elegante, refinada, o esa es la imagen que le quedó al niño. La persona se siente única, distinta, distinguida y quiere ser el centro. Hay una gran necesidad de llamar la atención.
Poseen innato talento artístico y capacidad para liderar y motivar a otros. La falta de capacidad de delegar y de compartir puede traerles problemas en los grupos. Sus cualidades son alegría, humor, inspiración y sus defectos el exceso de orgullo.

La Luna en Sagitario
La madre era una mujer alegre, confiada, expansiva. Transmitió a su hijo la idea de que el mundo era un lugar seguro y confiable, sin límites, a que hay que animarse, a no quedarse en casa.
La persona es algo nómade, buscadora de nuevos horizontes, inconstante, no muy profunda, pero alegre y amistosa.
Como cualidad son excelentes amigos, positivos, abiertos. Como defectos les cuesta profundizar emocionalmente, son inconstantes y erráticos.

Las lunas en Tierra

Tauro
Virgo
Capricornio

Las lunas en tierra son emocionalmente estables, firmes, seguras, sólidas. Les gusta todo lo material, el confort, son sensuales y materialistas. No les gustan los cambios.
Necesitan hacer un proceso emocional para habituarse a lo nuevo. Son prácticas y metódicas, y tienden a repetir aquello que les da seguridad.

La Luna en Tauro
La madre era una mujer contenedora, nutricia, afectiva, daba muchos mimos y caricias. El tema de la comida era fundamental, el niño se sintió bien alimentado y cuidado.
Es una luna que necesita muchísima seguridad y tener alimentos cerca. También acumula dinero. Es sensual, le gusta acariciar y disfrutar de los placeres de la vida.
Es la luna a la que le cuestan más los cambios, es lenta y algo perezosa.

La Luna en Virgo
La madre era una mujer eficiente y práctica, acentuaba mucho el tema del orden, de la salud y de la limpieza.
La Luna en Virgo indica gente frugal, prolija, servicial, a quienes les gusta ser útiles y ayudar a los demás. Es una luna difícil para las emociones ya que son tímidos y serios, les cuesta demostrar el afecto, lo demuestran haciendo algo por los demás.

La Luna en Capricornio
Aquí la madre era una persona algo fría y distante, pero muy seria y responsable. El chico se acostumbra a ser un chico “grande”, a crecer de golpe. Va a ser muy responsable, muy serio, se va a hacer cargo de temas que les conciernen a chicos mas grandes. Les cuesta festejar, relajarse, mimarse, vivir más placenteramente. Son leales y profundos con las
emociones aunque poco demostrativos.

Las lunas en Agua

Cáncer
Escorpio
Piscis

Son las lunas más emocionales. Sensibles, apasionadas, mediúmnicas, intuitivas, profundas. Sus emociones son oscilantes y cambiantes como las mareas. Son muy empáticas con los demás pero se ahogan en un mar de emociones. Deben aprender a controlar el área emocional porque pueden verse dominados por sus sentimientos.

La Luna en Cáncer
La madre era muy nutricia, hiperprotectora y contenedora. El niño se acostumbra a vivir seguro, en un hogar sin conflictos, sin miedo, hiperprotegido. Tienden a no crecer nunca, a querer seguir viviendo en el útero materno. Quieren ser cuidados eternamente, son tiernos, sensibles, amorosos pero también infantiles y caprichosos. El hombre con la luna en Cáncer
va a buscar una mujer protectora.

La Luna en Escorpio
Aquí la emoción está conectada con la muerte, con el deseo. Puede haber habido una muerte o un fallecimiento en la familia antes de que el bebe naciera, o un hecho muy traumático.
El amor está conectado con la muerte, con el sufrir con la posesividad. La madre es conflictiva, le hace sentir al hijo que sufrió mucho por él, que en el amor hay algo conflictivo.
Por lo tanto la luna en Escorpio elabora sus vínculos desde un lugar de amor/odio, de posesividad/conflicto. Los vínculos no pueden ser nunca simples siempre deben ser intensos, apasionados, sensuales y muy dramáticos. Es una luna muy intuitiva que suele dar poderes extrasensoriales.

La Luna en Piscis
Aquí la mamá se mimetiza con la energía del bebe. El bebe lloraba y la mamá lloraba con él. No hay límites con la madre, y la persona luego no puede poner límites con los otros. Siente una empatía absoluta hacia los demás. Esto la hace sufrir mucho.
Es óptima para las profesiones que requieren ayudar al otro (psicología, medicina, servicio social) pero la persona debe aprender a poner sus limites.
Son muy indecisos y confusos.

Las lunas en Aire

Géminis
Libra
Acuario

Intelectuales, desapegadas, volátiles, curiosas. Las lunas en aire dan una cierta sensación de liviandad y de juventud a la personalidad.
La persona parece no estar demasiado atenta, no quedarse fija en nada, son inteligentes, conversadoras, rápidas y muy ágiles, pero poco constantes en sus emociones.
El área emocional les cuesta muchísimo porque tienden a tamizar las emociones por lo intelectual. Una emoción no se puede intelectualizar, se debe sentir.
Son lunas que somatizan mucho porque no se conectan con lo que sienten.

La Luna en Géminis
La madre era curiosa, intelectual, inteligente. En la casa se daba prioridad al estudio, a la lectura, a las conversaciones intelectuales. Podía haber muchos libros o gente que leía mucho. La típica imagen es la madre que está orgullosa de lo que sabe su hijo, de lo que aprendió.
La luna en Géminis se aburre con extrema facilidad. Puede manejar varios temas al mismo tiempo. Intelectualiza las emociones y si es llevada a un plano muy profundo, se escapa.

La Luna en Libra
La madre o el lugar donde se vivía, tiene que haber sido un lugar muy estético, muy armonioso. Se le acentúa al niño el hábito de agradar, de seducir, de complacer. Se acentúa el buen aspecto físico, la belleza, la seducción. Las personas con la Luna en libra son muy agradables y seductoras. Les cuesta pelearse, sacar su parte agresiva. Quieren “quedar bien con Dios y con el diablo”. Son demasiado complacientes, pueden ser algo hipócritas. Hay talento artístico y para las relaciones publicas.

La Luna en Acuario
La madre tiene que haber sido una mujer original, vanguardista, moderna, aunque desapegada. Fomentó en sus hijos la independencia, la inteligencia y la autonomía. Es de las que dicen “no te cases joven, no te ates”.
La persona con la Luna en Acuario tiene grandes problemas con las emociones, tiene mucho miedo a sufrir, abandona antes de que la abandonen. Es muy sensible pero tiene mucho miedo a la pérdida. Puede haber habido una casa con muchos abandonos, con muchas despedidas y con muchas mudanzas. Es muy buena para trabajar con las emociones de los otros porque trae un desapego sano.

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